Profesionales en ciencias sociales y humanas, la realización audiovisual y multimedia dedicados a la investigación, la comunicación y la educación, que desde el año 2009 acompaña, documenta y visibiliza las acciones de las poblaciones rurales y urbanas afectadas por el conflicto armado y la violencia política, en Colombia.

Recordando a Eduardo Umaña Mendoza a 20 años de su asesinato


José Eduardo, siempre fue un protector con todo el mundo. Yo lo veo como un ser humano que llevaba eso en el alma. Después dedico su vida profesional a proteger y defender a los más humildes. Al principio con mucho miedo, después con un amor infinito por su trabajo.
Eduardo nos enseñó a pensar, cargado de risas y abriendo los sellos eternos para derrotar a la Parca que había tratado de cerrar las puertas y las ventanas de los tiempos idos y por venir, para que nunca pudiéramos recuperar el recuerdo y con él los conocimientos de la vida y de la lucha. Eduardo, fráter de siempre que derrotó no sólo a la muerte sino a su hijo el olvido, portador de la ignorancia. Por eso hoy hablamos de esa, su memoria.
Era una mañana de la última semana de abril de 1989. Como de costumbre, llegué a alrededor de las 7:00 de la mañana al apartamento de Eduardo, con sus consabidos y eternos acompañantes, los dos paquetes de cigarrillos que siempre me encargaba llevarle. Era el mismo apartamento del barrio Nicolas de Federmán en Bogotá, convertido en oficina, donde sería vilmente asesinado nueve años después.
Celina Mendoza, es la madre de Eduardo Umaña Mendoza asesinado hace 20 años y cuyo crimen permanece en la impunidad. Chely, representa a las madres que han enterrado a sus hijos, a las abuelas que han sostenido a las familias y que en la ternura nos muestran el camino.
Si las balas desanduvieran su camino. Y su zumbido se reversara en una implosión de sonido. Si el latigazo, el bum, fuera de vuelta. Y del viento al cañon, del cañon a la culata, y la culata al brazo y el brazo al pecho, del cuerpo al alma, del alma a algún dios, al dios del olvido que en el empuje de la acción cambiara nuestra ventura, se apiadara un poco y nos restara un par de lágrimas borrando el registro de lo vivido. Si supiera equivocarse este recuerdo lacerante y todo esto fuera un simple descuido de la imaginación. Camilo Umaña Hernández.
Patricia Hernández, nacida en Bogotá, la tercera de una familia de 5 hermanos, trabajadora social de la Universidad de la Salle y experta en preescolar. Su formación la llevo a tener inquietudes sociales y comunitarias que fueron más allá de los ámbitos laborales, enmarcados éstos en la educación, la orientación y asesoría vocacional,  y en el trabajo con comunidades deprimidas del distrito capital. 
Compañera, amiga esposa y confidente de Eduardo Umaña Mendoza con quien compartió 20 años de vida y de cuya unión tuvieron un hijo.

Cesar Carrillo, expresidente de la USO y miembro del Capitulo Bogotá del Movice, quien conoció personalmente a Umaña Mendoza, le describe como una persona muy exigente, honesta y de quien se podía aprender algo siempre. “Una de las mayores virtudes que tenía Eduardo Umaña Mendoza era su lealtad, no solo para las personas con las que trabajaba, sino leal con sus principios, con su forma de pensar. Él era un hombre muy solidario”
Mensaje de Hermes Torres Pueblo Arhuaco a la familia de Eduardo Umaña

Mensaje de Carlos González sobre el maestro Eduardo Umaña

Memorias de un alumno Jorge Elicer Molano

Memorias de una Alumna del maestro Eduardo Umaña, Berenice Celeita











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