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Imagen: Escuela Popular de Comunicación Jaime Garzón. |
Escrito por: Organizaciones sociales y plataformas de Derechos Humanos. CCEEUU - LA ALIANZA - DEMOCRACIA DE DESARROLLO
Tras visita humanitaria realizada a El Tarra, Norte de Santander,
con la Caravana Humanitaria por la Paz: Abracemos al Catatumbo, las
plataformas de Derechos Humanos, la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos
- CCEEU, la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo
- PCDHDD y la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines.
Expresamos nuestra profunda preocupación por la crisis
humanitaria y la persistencia del conflicto armado en la región del Catatumbo,
a la vez que hacemos un clamoroso llamado al Ejército de Liberación Nacional (ELN)
y al Estado Mayor de Bloques (EMB)-FAR
y al Gobierno Nacional para que
habiliten un espacio de diálogo que permita concretar urgentes acuerdos y
acciones humanitarias en favor de las miles de personas afectadas por la
violencia en la región del Catatumbo.
Durante décadas, esta zona ha estado sumida
en una situación de violencia
derivada de la presencia
de actores armados y de intereses económicos tanto legales como ilegales,
incluyendo el negocio de la coca y su transformación, así como el desarrollo de
cultivos de palma aceitera, entre otros.
Rechazamos los hostigamientos y las conductas
violatorias del DIH por parte
de los actores armados, así
como cualquier respuesta militarista y proclive a la prolongación e
intensificación del conflicto en el Catatumbo.
Ante esta situación, exigimos un cese inmediato de todas las
hostilidades por parte de todos los actores
armados, así como cualquier agresión, amenaza o estigmatización a los líderes y
población civil, incluidos a quienes consideren bases sociales o aliados de sus contrapartes, la desmilitarización
de la vida cotidiana en la región,
el cumplimiento integral
del acuerdo de paz, las normas básicas
del Derecho Internacional Humanitario y la implementación de mecanismos
de ayuda humanitaria de manera inmediata y eficaz. Es urgente y prioritario
garantizar el bienestar de las comunidades y abogar por una solución política y
negociada al conflicto y avanzar en lo inmediato a la concreción de acuerdos
humanitarios entre los distintos grupos, bajo el liderazgo del gobierno
nacional, así como en sólidos mecanismos de monitoreo con participación de
distintos sectores de la sociedad civil.
La consolidación del Catatumbo como territorio de paz solo será posible
si las instituciones estatales
y los actores armados dan un paso decidido hacia la transformación de esta región,
priorizando el
bienestar y la seguridad de quienes habitan en ella. El pueblo
colombiano no puede continuar sometido al derramamiento de sangre. Aún es posible
construir un camino
hacia la paz. Por ello, les
pedimos que escuchen el clamor de vida y dignidad de la población.
A los actores
armados, les exhortamos a no seguir alimentando prácticas
y discursos que justifiquen
la guerra como mecanismo para resolver las diferencias.
Como plataformas de derechos humanos exigimos a todos los actores
armados respeto por los principios básicos del derecho internacional
humanitario: distinción, precaución, respeto porla misión médica, garantizar
los bienes necesarios para la supervivencia y la libre movilidad. Respetar a los liderazgos sociales
y personas defensoras y abstenerse de todas las formas de violencia basada en género, violencia sexual y
violencia contra la comunidad LGTBIQ+.
Hacia
una salida sostenible por la paz y la vida en el Catatumbo
Reconocemos la resistencia de las comunidades del Catatumbo y sus
esfuerzos organizativos para la construcción de la paz. En este sentido, resaltamos el trabajo colectivo
que ha dado lugar al "Pacto
Social por la Transformación Territorial del Catatumbo", fruto de un
proceso amplio y participativo entre organizaciones comunitarias y el gobierno
nacional. Dicho pacto establece seis ejes fundamentales para el desarrollo y la
construcción de paz en la región:
La implementación efectiva de este pacto representa una
oportunidad histórica para la reconstrucción social, humana, política y
económica de la región. Para ello, es necesario el compromiso y la voluntad
política de todos los actores involucrados y garantizar la participación más
amplia de las mujeres y las comunidades campesinas y pueblos indígenas de la
región..
Instamos al Estado colombiano, a la comunidad internacional y a
los diferentes sectores sociales y económicos a respaldar estas iniciativas que
buscan garantizar la paz con justicia social en el Catatumbo. La vida y la
dignidad de las comunidades deben ser el centro de cualquier política pública o
intervención en la región.
Exhortamos a todas las partes implicadas en esta confrontación a no seguir
alimentando prácticas y discursos que justifiquen la guerra como
mecanismo para resolver las diferencias. La consolidación del Catatumbo como
territorio de paz solo será posible si ustedes dan un paso decidido hacia la
transformación de esta región, priorizando el bienestar de quienes habitan en
ella. En este momento, en el que la violencia se ha agudizado, es fundamental que demuestren compromiso real con la paz, pero, sobre todo, con el respeto por la vida. |
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