En el norte del Cauca, las disidencias de las Farc han desencadenado una escalada de violencia brutal en los últimos 4 años. Han cometido 374 asesinatos contra líderes indígenas y comunitarios, además de numerosos heridos y discapacitados.
También han colocado 42 explosivos destinados a civiles, afectando viviendas y caminos. Con 214 hostigamientos, incluyendo escuelas, y 225 amenazas a líderes comunitarios, han reclutado a 785 menores y desaparecido forzosamente a 25 personas.
Además, han extorsionado casi todas las familias, sumando al menos 1.777 acciones contra las comunidades indígenas.
(Fuente: Proyecto Nasa de Toribío)
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